La vida sexual de las personas con diversidad funcional no consiste (solo) en utilizar asistencia sexual. La asistencia sexual es una herramienta imprescindible para aquellas personas (no todas las que tienen diversidad funcional) cuya forma de autonomía consiste en hacer las cosas con las manos (es una metáfora, las manos pueden ser indicaciones, como para muchas personas con diversidad intelectual) de otra y las propias decisiones. Así es posible acceder sexualmente al propio cuerpo. No obstante, la mayor parte de la vida sexual se desarrolla en los vínculos con las demás. Esperamos que sea de utilidad, que tengáis grandes experiencias y que nos contéis cómo ha ido para poder publicarlo y que más gente se anime a participar. ¡A follar, que el mundo se acaba!