Hace un año, aprovechando esta fecha del insufrible “día de San Valentín” y, por extensión, de la invivible idea del amor romántico , nacía asistenciasexual.org con un doble objetivo:

  • Dar a conocer la idea de que la asistencia sexual debe ser un apoyo para acceder sexualmente al propio cuerpo, y como tal constituye un derecho.
  • Generar un espacio de encuentro para que las personas que requieren estos apoyos y quienes los ofrecen, puedan ponerse en contacto con la mayor libertad e intimidad posibles.

La magnitud del interés por esta propuesta se expresa en las casi 100.000 visitas a nuestra web (500.000 páginas consultadas), más de 1.600 seguidorxs en Facebook, cerca de 200 inscritxs al boletín y unas 150 personas anunciadas como asistentes sexuales distribuidas en 45 de las 51 provincias de España (incluso, algunas en México y Colombia) Todo esto, en un solo año y sin ningún apoyo institucional, nos confirma que, a pesar de los problemas y dificultades a los que luego haremos referencia, el proyecto es necesario y tiene sentido. ¡Gracias por vuestro apoyo!

A nivel académico, hemos participado en el curso de verano de la Universidad Intenacional del Mar, las jornadas de la Universidad Carlos III, las jornadas de la Universidad de Huelva, el Programa de Estudios Independientes del MACBA, y la jornada del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña.

También hemos colaborado con las Administraciones Públicas en la jornada del Servicio de Igualdad y Violencia de Género del Cabildo de Gran Canaria y en la sesión de la Agencia de Salud Púbica de Barcelona. En relación a esta necesaria implicación de los poderes públicos, cabe hacer especial mención de la solicitud de Virginia Felipe Saelices, senadora del Grupo Parlamentario Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, para que comparezcamos ante la Comisión para las Políticas Integrales de la Discapacidad.

La presencia en los medios de comunicación ha sido importante, destacando el reportaje de la cadena Arte, la participación en el programa “Samanta y…” del Canal Cuatro, la aparición en “La contra” de La Vanguardia, el vídeo de Play Ground, la conversación con Yaiza Red Lights en su canal de Youtube “La Compleja realidad”, la entrevista con Celia Blanco en “Contigo dentro” de la SER, la charla con Laura Aznar en “Voltant per Barcelona” de la SER, la entrevista con Sonia Garcia para “La zona psicosexual” y la participación en “Graffiti” de Radio Euskadi.

Otro elemento clave para la difusión del modelo de asistencia que propugnamos es el mundo de la cultura audiovisual. El documental “Yes, we fuck!” ha seguido proyectándose en infinidad de espacios por medio mundo, y la película “Vivir y otras ficciones”, además de ganar importantes premios en diversos festivales de cine, se ha estrenado en numerosas salas de varias ciudades francesas. Por otro lado, la serie de televisión “Trèvols de 4 fulles” dedicarà uno de sus capítulos a la asistencia sexual entendida como derecho al propio cuerpo.

Asistente sexual ayudando a acariciarse a una usuaria

Sin duda, todo lo explicado hasta aquí constituye un balance altamente positivo que nos anima a perseverar en el camino iniciado hace un año. Sin embargo, es una senda no exenta de problemas y dificultades que nos gustaría exponer aquí, aunque sea muy sintéticamente, en busca de vuestras buenas ideas para mejorar el proyecto y a modo de balsámica terapia para nuestros quebraderos de cabeza:

  • Sexismo. Los hombres constituyen una mayoría desproporcionada entre quienes se anuncian como asistentes (60%), en la zona de ligue (92%) y, a juzgar por los correos que recibimos, en la demanda de servicios. Seguramente todos estos indicadores mejorarían si consiguiésemos que más mujeres con diversidad funcional se incorporasen al debate público sobre cómo debería ser la asistencia sexual. El punto más débil de toda la propuesta es, sin duda, que la falta de estas voces sesga el modelo de manera que el sexismo estructural deforma el paradigma en construcción.
  • Trabajos sexuales. Cuesta entender que hay diferentes trabajos sexuales (pornografía, estiptis, prostitución, masaje erótico, asistencia sexual, surrogate…) y que cada uno de ellos ofrece roles, expectativas y prácticas sexuales diferentes. Varias mujeres asistentes reportan quejas porque reciben propuestas de hombres sin diversidad funcional y propuestas de hombres con diversidad funcional que tienen que ver con otros trabajos sexuales diferentes de la asistencia sexual.
  • Territorialidad. Las grandes urbes acaparan la mayor parte de la oferta de asistencia (las ciudades de Barcelona y Madrid suponen el 50% del total de asistentes), haciendo difícil cubrir las zonas menos densamente pobladas.
  • Economía. El precio medio de la asistencia se sitúa en torno a 60 €/h. Teniendo en cuenta la menor renta media disponible por parte de las personas con diversidad funcional respecto a la población general, la falta de reconocimiento y apoyo por parte de los poderes públicos y la dificultad para encontrar espacios adecuados en los que llevar a cabo los servicios, muchas personas que necesitan estos apoyos no pueden permitírselos, o al menos no con la frecuencia deseable.

En definitiva, un año después de haber empezado este apasionante proyecto, valoramos que el interés generado y el trabajo realizado apuntan a que se trata de un proyecto lleno de sentido y del todo necesario, aquejado de problemas serios que requieren la implicación de más y más gente, pero sobre todo de las mujeres con diversidad funcional. Agradecemos vustro apoyo y todas las sugerencias que nos hagáis llegar. Que se corra la voz para que se corra todo el mundo.