“Yes, we fuck!” y la asistencia sexual

Asistencia sexual y prostitución inclusiva [9], herramientas para el empoderamiento

Dos de las historias del documental están centradas en el trabajo sexual, una trata sobre asistencia sexual y la otra sobre prostitución inclusiva. No son lo mismo, si bien ambas comparten el ser formas de trabajo sexual con un gran potencial de empoderamiento, tanto para las personas con diversidad funcional como para lxs trabajadorxs.

La asistencia sexual es un apoyo para acceder sexualmente al propio cuerpo: reconocerlo, explorarlo, masturbarlo, son acciones que habitualmente cada cual hace por sí mismx, pero algunas personas con diversidad funcional requerimos el apoyo del asistente sexual para ello. De la misma manera, la asistencia sexual puede proporcionar apoyos antes, durante y/o después de realizar prácticas sexuales con otra persona diferente del asistente.

En definitiva, el asistente sexual no es alguien con quien tener sexo, sino alguien que te apoya para tener sexo contigo mismx o con otra persona.

No proponemos acotar las tareas de la asistencia sexual por cuestiones morales, sino porque las circunscribimos hasta allá donde llega la materialización del derecho al acceso al propio cuerpo. Las acciones propuestas son las que la persona con diversidad funcional podría hacer por sí misma en ausencia de diferencias funcionales. No se incluyen prácticas como el coito o el sexo oral, por ejemplo, porque nadie las lleva a cabo consigo mismx, siempre se realzan con otra persona. Y a los otros cuerpos se accede por acuerdo, no por derecho. En el terreno del sexo de pago, ése es el espacio de la prostitución inclusiva (si el objetivo es el placer) o del surrogate [10] (si hay una intención terapéutica)

Entendida de esta manera, la asistencia sexual resulta un terreno de intersección de dos figuras laborales ya existentes; la asistencia personal [11] y el trabajo sexual [12]. La primera comparte con la asistencia sexual la justifiación de su necesidad (apoyo para hacer tareas en la manera que determinan las diferencias funcionales) y el rol que juega cada parte, en el sentido que es la persona con diversidad funcional quien asume el conocimiento y la responsabilidad para decidir en cada momento qué y cómo debe hacer la persona asistente. En el trabajo sexual, por contra, es la persona trabajadora la que tiene el conocimiento y la responsabilidad para decidir qué y cómo procede llevarse a cabo. Sin embargo, algunos trabajos sexuales como la prostitución o el masaje erótico, sí comparten con la asistencia sexual tareas como acariciar o masturbar.

GráficoEsta coincidencia de la asistencia sexual con la asistencia personal, en la justificación y los roles, y con algunos trabajos sexuales, en las prácticas, dibuja tres posibles escenarios para determinar quién debería desarrollarla como profesión:

  1. Las personas que hacen asistencia personal y las que hacen algunos trabajos sexuales (prostitución, masaje erótico) dirimen entre sí quién se queda (o quién rechaza) el trabajo de asistencia sexual.
  2. La asistencia sexual se lleva a cabo tanto por asistentes personales como por trabajadorxs sexuales (prostitución, masaje erótico)
  3. Se crea una figura laboral nueva, dentro de la esfera de los trabajos sexuales y con los roles propios de la asistencia personal, que llamamos asistencia sexual

A nuestro entender, la opción (c) es más clara y ofrece mejores perspectivas de llegar a articular una propuesta política que convierta la asistencia sexual en un derecho que genere obligaciones concretas para los poderes públicos, especialmente en cuanto a la financiación.

Volviendo a las tareas propias de la asistencia sexual, hay que tener presente que masturbar a alguien o ayudarle a mantener relaciones sexuales con otra persona, tiene una carga erótica importante. Las sensaciones y las emociones pueden ser intensas, eso dificulta la gestión del vínculo y mantener roles y expectativas. Como todxs estamos fuera de guión, y deserotizar la asistencia sexual no parece ni posible ni deseable, habrá que seguir aprendiendo, poniendo en común, compartiendo estrategias y pautas para facilitar los pactos y una buena armonía entre asistentes y asistidxs. El tener una definición clara de asistencia sexual es necesario porque ayuda a delimitar tareas, roles y expectativas, pero no es suficiente.

Parte de la confusión sobre qué es la asistencia sexual viene dada por la reducción a un sólo punto de lo que en realidad son dos ejes fundamentales para definir la figura. Por un lado, está el eje de a qué cuerpo se accede sexualmente; no es lo mismo acceder al propio cuerpo que a otro cuerpo. Por otro lado, el eje del trabajo; nada que ver una actividad profesional con un voluntariado.

GráficoEn el cuadro, la asistencia sexual se sitúa en el terreno laboral del acceso al propio cuerpo. El término “acompañamiento erótico” es un concepto acuñado en el proyecto “Tandem team” (utilizan “acompañamiento íntimo y erótico”), y el de “eyaculación asistida” es el utilizado por la entidad japonesa “White hands” (sólo atienden a hombres). Por supuesto, las líneas que separan lo uno de lo otro no son ni tan rectas ni tan nítidas. Aún así, es importante intentar ordenar los conceptos para que, tanto quienes recibimos la asistencia sexual como quienes la prestan, tengamos lo más claro posible cúales son las prácticas, las implicaciones jurídicas, los roles y las expectativas que entran en juego.

[9] Nos referiremos con este término a la prostitución que atiende a todo tipo de corporalidades, incluída la diversidad funcional en general y la diversidad intelectual en particular
[10] Figura de la terapia sexual dirigida a la población general, no sólo a las personas con diversidad funcional. El surrogate puede tener prácticas sexuales con el paciente bajo la supervisión de un terapeuta
[11] La asistencia personal es un apoyo para el autocuidado de la persona con diversidad funcional, de manera que es ésta quien decide quién, para qué, cómo, cuándo y dónde le asiste.
[12] Entendemos por “trabajo sexual” toda activdad que tiene como objetivo excitar y/o proporcionar placer sexual a cambio de dinero. Es el caso de la prostitución, la asistencia sexual, la pornografía, el surrogate, el masaje erótico….